lunes, 2 de julio de 2012

Medidas orgánicas


Ciertamente nos movemos en ciclos, pueden sucederse cada diez minutos, en ocasiones duran años. Someten a las nubes, al fuego, al agua, esclavizan y ensalzan la tierra, transforman a los vivos, también a lo muerto. No nos dejemos engañar por su nombre, no son cíclicos, tienen inicio, nudo y desenlace. Una vez desvelado el misterio, nunca vuelven a repetirse. Dejan pistas sobre la mesa, y cuando se apaga la luz del salón, hay un nuevo muerto y el mayordomo ha desaparecido.

En un parque se alza una estatua, nadie la observa, pero cada día es diferente, aunque mantenga su mirada fija en el mismo estanque, aunque repose sobre la misma piedra, aunque el mismo árbol le dé sombra.

Don Diferente trata de ser distinto, lo que no sabe es que no está en su mano marcar la diferencia sino en la mano de la diferencia marcarnos a nosotros. Ya somos diferentes.

Bajo un cielo cambiante reposa un estanque, nació allí mismo y es consciente de que allí morirá cuando llegue el momento. Es imposible que sepa cuándo ocurrirá esto, pues cada momento difiere del anterior.

Y es que hasta el tiempo aunque no tenga cuerpo, es orgánico.


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